Pueblos indigenes defienden su autonomia en Oaxaca
Soy un salvaje, un hijo de la Naturaleza, por eso siento cualquier ataque dirigido a mi libertad. Mi Alma es Animada por el palpitar de las montañas que me vieran nacer, un latido vigoroso, un latido puro.
En estos momentos el gobierno de Oaxaca está llevando una guerra de baja intensidad en contra de las organizaciones sociales y los pueblos indígenas que se organizan y defienden sus derechos milenarios. Es por esto que las cárceles del estado cada día se han ido llenando de luchadores sociales, activistas, indígenas y campesinos. Así como también es común en estas comunidades llorar por los compañeros y familiares caídos bajo las balas del despotismo y la tiranía del gobierno.
CIPO-RFM
Clara muestra de esta impunidad son las constantes agresiones, persecuciones, secuestros, cárceles, intimidaciones y emboscadas que vienen sufriendo los integrantes del Consejo Indígena Popular de Oaxaca-Ricardo Flores Magón (CIPO-RFM). CIPO fue constituido por 20 comunidades y aproximadamente 2000 integrantes en las 7 regiones del estado de Oaxaca. La postura y constante lucha de esta organización se opone tajantemente a la tala de los bosques y a la presencia de paramilitares que quieren meterse en sus pueblos —porque se oponen a la privatización de sus tierras y porque reconocen que los partidos políticos sólo siguen intereses personales, sirviendo sólo para dividirlos, engañarlos y mantenerlos sometidos ante el poder.
Debido a la fuerza y nivel de organización de su resistencia anti-autoritaria, en mayo del 2003 diversos integrantes de la junta organizadora del CIPO-RFM fueron amenazados de muerte y torturados sicológicamente dejándoles saber que si continuaban luchando con las comunidades indígenas en contra de los intereses de los ricos y el gobierno, los iban a matar.
Ante las incontables injusticias y atropellos, los indígenas del CIPO decidieron realizar un plantón indefinido y ocupar la plaza principal de la ciudad de Oaxaca en abril del 2004. Bajo la bandera de “Por la reorganización y libre asociación de los pueblos. Ni mandar ni obedecer”, el plantón denunció la represión y exigió el paro a los hostigamientos, la destrución de los bosques y el castigo a los asesinos de sus pueblo.
Cinco meses después, muy de madrugada, sin previo aviso ni justificación, el plantón fue brutalmente desalojado. Más de 150 “ejecutores de la ley” entre policías uniformados y “undercovers” armados con macanas, toletes, pistolas, armas de alto calibre, gases lacrimógenos y perros, entraron salvajemente golpeando a l@s indígenas, arrastrándolos de los cabellos, puteando sus pertenencias, rompiendo las fotos; el equipo de sonido, tirando la comida y las artesanias.
Finalmente, l@s amontonaron en 2 camionetas particulares donde l@s siguieron golpeando, diciéndoles que iban a matarl@s y violar a las mujeres.
Vari@s de sus miembros más activos que fueron heridos, torturados, aún se encuentran presos en el penal de Ixoctel, Oaxaca.
Ante estos hechos de agresión que no han sido los únicos, existen varias denuncias ante la Procuraduría General de Justicia del Estado. Sin embargo estas no han prosperado debido a la parcialidad y corrupción de este organismo “Investigador.”
Hoy en día del CIPO no queda mucho de lo que fue ayer, sólo los sueños; lo que fue CIPO-RFM es ahora AMZ (Alianza Magonista-Zapatista), un coctel de organizaciones pro-Zapatista y pro-Magonistas.
Enero 2005, Xanica, Oaxaca
¿La historia se repite o la impunidad se esta haciendo eterna?
Utilizando las tácticas de guerra sucia de los años sesenta y setenta, más de 250 policías han establecido un estado de sitio en la Comunidad Indígena de Santiago Xanica, y están realizando cateos y detenciones arbitrarios y de forma indiscriminada.
Hace seis años que este pueblo (Zapoteco) enclavado en la sierra sur del estado inició un proceso de lucha que aún no termina por la defensa de sus derechos colectivos, principalmente el respeto a elegir sus propias autoridades mediante el sistema de usos y costumbres. En febrero de 1999 fue impuesta una autoridad desde el gobierno del estado, desde esa fecha, la comunidad no tuvo paz ni libertad y fue después de más de dos años de lucha que se logró que esa autoridad ilegítima renunciara al cargo de presidente municipal.
En agosto del año pasado, violando los estatutos indígenas que definen los cargos y servicios que deben cumplir quienes el pueblo elige para presidente y síndico municipal, los habitantes de las rancherías (empresarios agrícolas influyentes) impusieron a Sergio García como presidente municipal.
Por todo lo anterior, el Comité por la Defensa de los Derechos Indígenas de Santiago Xanica (CODEDI) inició el proceso de impugnación al usurpador Sergio García.
Desde que el gobierno rompió con los usos y costumbres al imponer mediante el fraude y la fuerza una autoridad ligada al gobierno del estado de Oaxaca, la represión se ha recrudecido poniendo en peligro la vida de integrantes de la organizacion CODEDI y otros miembros de la comunidad de Santiago Xanica.
Por su parte el Comité por la Defensa de los Derechos Indígenas de Santiago Xianica (CODEDI-Xanica) resolvió no cumplir a partir del primero de enero del 2005 los servicios comunitarios y no asistir a los tequios convocados por la autoridad de Sergio García.
El dia 15 de enero del 2005, unos minutos antes del mediodía, en la comunidad de Santiago Xanica Miahuatlán, la Policía Preventiva del Estado encabezada por el actual presidente de Santiago Xanica, conjuntamente con dos patrullas que se ubicaron una a cada lado de los indígenas que hacían tequio (trabajo colectivo) empezaron a disparar a fuego cruzado contra más de ochenta pobladores, dejando varios heridos. Entre ellos Abraham Ramírez Vásquez, dirigente de CODEDI Xanica, quien se encuentra al borde de la muerte y a los jóvenes, Juventino y Noel García Cruz, quienes se encontraban en el hospital en calidad de detenidos y después fueron translados a la penitenciaria de Oaxaca.
El 16 de Enero los compañeros de la región fueron hostigados con armas largas por la Policía Judicial y la Policía Estatal de la mano del presidente impuesto y el párroco de la comunidad hasta la noche. Y desde entonces más de 250 elementos de las policías ministerial y estatal intentan apagar el descontento popular a costa de sangre y violencia, cancelando las garantías individuales de libre tránsito, libertad de expresión y manifestación, violando los derechos humanos más fundamentales.
Para más informacion:
Colectiveo Autonomo Magonista camadf@yahoo.com.mx
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