Otro matiz más claro de moreno

Reflexiones sobre la Primera Conferencia de Anarquistas de Color en el Area de la Bahía

La gente me ha preguntado muchas veces porqué la gente de color necesita o quiere tener sus propios espacios, sus lugares afuera de o más allá de la presencia de los blancos. Y cuando señalo los beneficios y las necesidades de otras comunidades— las mujeres, los trabajadores, los homosexuales (y otros “queers”), y otros grupos— para reunirse independientemente de lo que quizás consideran “los otros,” la gente normalmente dice que de una manera la analogía es falsa, que eso sabe al élitismo, a la segregación, y aún al racismo al revés. Demandan, “porque quieren l@s activistas o las anarquistas de color ‘dividirse’ aún más en crear eventos exclusivos?” Y eso se mencionó otra vez, en el evento introductorio de la noche del viernes, la noche antes que el comienzo de la primera Conferencia de Anarquistas de Color en el Area de la Bahía.

Fui sorprendido que al llegar a el Long Haul, ví a no solo una o dos personas de color, que es la cantidad que normalmente hay en los eventos típicos anarquistas, sino que por lo menos cuarenta (40) personas. Me quede atontado, pasmado. Yo ya conocía a unas 5 o 6 personas; entonces significa que no conozco a tanta gente como pensaba…y luego una joven blanca entró, y cuando alguien le explicó que en esa noche el Long Haul era un espacio de solo para la gente de color, ella quedaba consternada, disgustada. “Soy activista,” balbuceaba. “Estoy trabajando para la igualdad de todas.” Eventualmente se fue, y seguimos hablando, comiendo, y deliberando lo que saldría de un tal evento.

No necesito decir que yo estaba excitado por la concurrencia y la energía que hubo en ese cuarto; el planificar el evento del 16 y 17 de abril había sido un viaje rápido y tumúltuoso. Empezó con perder el espacio que teníamos reservado en una universidad comunitaria, por que la administracion del colegio relacionaba a las anarqistas como un riesgo para la seguridad. Parecia que siempre estabamos bajo presion, pero la gente hace cosas increíbles, y cada vez que nos salió un tema dificil en el proceso de organizar, alguien se levanto para lidear con el problema; así que al final llegó la mañana de ese sábado. Entre los globos azules y amarillos que estaban volando, ya que fue el dia anual de ciudad universitaria abierta en Cal (la Universidad de California en Berkeley), con miles de padres e estudiantes prospectivos de Cal por todas partes, ví el cartel “Asamblea de Anarquistas de Color Por Aquí” en negro y rojo.

La sesión de apertura fue una inspiración, en ver a tanta gente (muchas más que el evento de la noche del viernes), oyendo las historias poderosas del desarrollo político de la gente, las experiencias, los temores, y las esperanzas para una tal reunión. No puedo parar de volver a pensar en esa joven, quejándose y remprimiéndonos que hacer esto es divisivo; no puedo pensar en otro evento tan poderoso del cual tanta gente podría irse capaz de trabajar de manera más íntima con otras activistas y/o anarquistas, tanto como entender sus propias ligaciones a sus propias comunidades. Esto sólo puede dar beneficios a todas.

Luego, como es con muchas conferencias, los talleres recorrieron lo tradicional, lo educativo, hasta lo interactivo. A veces, tengo mis preguntas sobre el valor de nuestra fidelidad a los eventos de este tipo, porque me parece que son lo mismo que cualquier otra conferencia, desde los seminarios sobre el esfuerzo propio, hasta las reuniones anarquistas. Me parece que se puede llegar a alguna conclusión sobre esto. Pero para mi, la mayoría de la excitación ocurrió en los tiempos entre los comités y los talleres, en los corredores; cuando todas estabamos sentadas en un círculo en el almuerzo, hablando de nuestras trabajos como madres y padres mientras comiamos tamales caseros; relajándonos bajo el sol mientras hablabamos de experiencias del pasado con activistas quienes eran mayormente blancos; haciendo el trabajo voluntario en la mesa de bienvenida y explorando el privilegio de la piel blanca y la vergüenza; discutiendo con un joven Africano-Americano quien estaba a la vez vendiendo el periódico Worker’s Vanguard (La vanguardia de los obreros) y exhortando que la clase es el único tema importante, y que él, con su amigo blanco, pensaba que el tema del color nos estaba cegando.

Al irme de la conferencia el domingo por la tarde, me di cuenta de que el temor es lo que nos previene de confiarnos en que los otros puedan resolver sus propios problemas y llegar a sus propias conclusiones; este temor está en muchos de nosotros quienes nos educamos en esta sociedad que está saturada con una dependencia que nos saca el poder por hacernos depender de la autoridad y las estructuras de afuera. Es este temor que es dominante particularmente en los círculos liberales, desde el temor “políticamente correcto” de hablar de la diferencia en las clases en las escuelas, o la idea de los activistas de que debemos todos de estar de acuerdo, estar en la misma página, llegar en un consenso sobre temas que tienen varias facetas, sobre la gente o las culturas marginalizadas y bajo un ataque consistente y sin fin por el racismo institucionalizado. Es este temor que causa que la gente resista la idea de la separación como un ingrediente necesario y bueno que nos habilita para la lucha para crear una sociedad más igualitaria, cooperativa, y confiada.

Los eventos como la Conferencia de Anarquistas de Color en el Area de la Bahía no son muestra de lo que crea el desacuerdo, sino más bien de la conexión, de reconocer que somos diferentes (de maneras varias e internas) y, ya que reconocemos nuestra diferencia en relación a los otros, a otros temas. Nuestra semejanza está en nuestras mútuas diferencias . Más eventos como este son necesarios y van a venir. Hasta ahora ha habido una conferencia nacional “APOC” de anarquistas de color, y otras dos regionales, ha habido un ataque por la policía sobre un beneficio para la conferencia APOC en Nueva York, y se ha hablado sobre posibles asambleas en otras ciudades y en protestas venideras como la convención republicana y la conferencia sobre la biotecnología en San Francisco. Y no debe de limitarse a la gente de color. La gente ha hablado de comenzar otra vez a tener una noche de solo para mujeres en el Long Haul, hay una noche para los homosexuales y transexuales (queers y trannies) los lunes, y en la última reunión de Slingshot, discutimos de la idea de tener una noche de para hombres. Tengo fantasías sobre lo que vendría si más gente se juntara, para hablar de las cosas en un ambiente de seguridad, confianza, honestidad, y respeto, y luego salir a hablar y trabajar con las otras….